CORIA


Fotografía: José Manuel Bueno Calle
Fecha de solicitud: 29-10-2010
Fecha de Aprobación: 02-11-2010
Tirada: 250 sellos
Primer día de circulación: 15-11-2010




El castillo de los Duques de Alba, declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento por la Junta de Extremadura el 21 de Junio de 1988, es el primer testimonio que conservamos de ese dominio señorial de la ciudad. Las primeras referencias que tenemos sobre la existencia de un castillo en Coria, datan del período almorávide (Siglo XI). En la carta enviada por el último rey taifa de Badajoz, Omar-Motawakkil, al emperador, Yusuf-ben-Taxfin, se menciona lamentando la pérdida de Madinat-Quriya – “Un Castillo con mucha fortaleza, tal que excede a los más fuertes Castillos” y que era como el centro de la ciudad, dando vista y atalaya a todas las tierras del alrededor. Pero tal Castillo debió ser demolido, pues el existente: ni está en el Centro, ni es obra sarracena, ni tan antiguo, siendo obra cristiana posterior.

Su emplazamiento actual, probablemente se deba a una fortificación anterior, acometida por los Templarios tras ser cedida la ciudad, en 1.168, por el rey Don Fernando II de León (10157-1.188), a tan insigne Orden Militar en compensación por su colaboración en el proceso de Reconquista.

Fuese como fuera, hacia 1.471 ó 1.472, el administrador del duque, Don Ferrand García, mencionaba en un informe enviado al mismo, lo que le parecía ser un Castillo, entonces no muy antiguo, y en el mismo emplazamiento que el actual – “La torre es obrada et hauada de syllería e tiene desde la cerca para fuera de la ciudad, quatro lienços (planta pentagonal) de treinta e dos palmos, asy en cada uno” . En el mencionado informe, se describen también, las deficiencias y deterioros en los que se encontraba sumida dicha torre, necesitando urgentes obras de restauración. Sin embargo, y por mandato ducal, se emprendió un amplio programa de obras entre 1.472 y 1.478, bajo la dirección del arquitecto Don Juan Carreras, que concluyó con el soberbio Castillo que hoy en día podemos contemplar.

Así, desde la elevada Torre del Homenaje, fácilmente observable desde cualquier punto de los alrededores, el Castillo Ducal de Alba se constituye todo un símbolo de poder y de dominio señorial ostentado por sus antiguos moradores, los Duques de Alba, sobre sus vasallos en Coria; lo que denota el carácter de la hegemonía militar y nobiliaria de la Casa de Alba.

Texto cedido por el Técnico de Patrimonio y Turismo Cultural del Ayuntamiento de Coria, Don José Manuel Bueno Calle

MONTEMOLIN



Fotografía: Emilio Marín Galavís
Diseño: José Valiente Tejado
Fecha de solicitud: 01-10-2010
Fecha de aprobación: 04-10-2010
Tirada: 250 sellos
Primer día de circulación: 19-10-2010







Montemolín fue reconquistado en 1246 e inmediatamente después entregada su fortaleza a la Orden Militar de Santiago con objeto de posibilitar la repoblación de su término y asegurar su defensa. Aspecto este último importante dada su situación tan meridional, inmediata a las tierras de Córdoba y Sevilla, pero sobre todo por la proximidad de Sierra Morena, donde se enclavaban otras fortalezas musulmanas, parecidas a esta de Montemolín.

La configuración de la fortaleza, tanto en su aspecto militar como constructivo es claramente de tipo islámico, datable en su mayor parte durante los últimos años del siglo XII. Sus lienzos jalonados por torres prismáticas adosadas, macizas en su mayor parte, recorren una considerable extensión en lo más alto del cerro dominante, mostrando en lo más antiguo sus sistema constructivos a base de tapial en encofrados, típicamente almohade, a veces sobre basamento de mampostería.

La planta irregular se aproxima a la figura de un rectángulo adaptado a las más favorables curvas de nivel, potenciando así los recursos defensivos naturales e incrementando su poder con los elementos arquitectónicos.

Todavía se conservan en su flanco suroriental los restos de una barbacana o antemuralla que defendía la puerta principal, la cual cuenta además con la protección de dos torres adosadas, como era acostumbrado en las fortalezas árabes, aprendido de las anteriores construcciones romanas y bizantinas. Bajo la Orden de Santiago la fortaleza experimentó algunas reformas y añadidos.

A finales de la Edad Media se repararon algunos elementos defensivos y se construyeron otros nuevos, siendo lo más significativo la torre semicilíndrica adosada en el centro del flanco meridional y la que parece ser del Homenaje, de forma prismática, cuyos restos pueden verse en el lado occidental, ambas datables en el siglo XV. También se procedió a la construcción de las dependencias residenciales y domésticas, como era habitual en las fortalezas de las órdenes militares, sobre todo desde comienzos del siglo XVI, aunque estas edificaciones, al ser menos sólidas y consistentes han desaparecido en su mayor parte de los casos. La ruina y degradación de la fortaleza se inicia a partir de 1573, cuando por mandato de Felipe II, Montemolín y otras villas vecinas se apartan de la Orden de Santiago y pasan a pertenecer directamente de la Corona, enajenándose a favor del Concejo de Sevilla al poco tiempo y siendo comprada más tarde por varios particulares genoveses, hasta finales del siglo XVIII que revierte nuevamente en la Corona.